Yo, vivo en Alto Hospicio Aunque por mucho tiempo, fuera una comuna mirada en menos. Y vista como el dormitorio de Iquique y el patio trasero de Chile. Hoy, esta emergiendo como quizás ninguna comuna en Chile lo pueda lograr. Pués con el tezón y el esfuerzo de toda su gente, va camino a lograrlo. Hoy, puedes caminar tranquilo por sus calles, que se ven más limpias. Lentamente, el progreso se puede apreciar en sus amplias avenidas, en las construcciones, en las ferias, tanto de verduras, como de un sin fin de cosas. Pronto, comenzarán a funcionar nuevos semáforos en una de las principales arterias donde convergen varias calles principales de la comuna. En esta época del año en los adornos navideños que exhiben sus casas, y los carros navideños que recorren la ciudad, le otorgan un marco más festivo y alegre a la comuna. Una amiga que me visitó en Enero de este año desde San Diego California, dijó que esta comuna se parece mucho a Tijuana, pero mucho mejor. Creo, que sus palabras lejos de ser un elogió van por el camino de la verdad. Yo, le creó pués conozco Tijuana y me pareció pintoresca aunque un poco sucia. Creo verdaderamente, que si todos los que vivimos aquí, cooperamos puede surgir, crecer como lo ha hecho hasta ahora, pero, brindando una mejor calidad de vida. Como en todo lugar, como en toda familia, siempre hay problemas. La diferencia, está en querer hacer de esos problemas, un medio para crear soluciones y no más estancamientos que deriven en pobreza y cesantía. No soy candidata a nada, ni postulante a nada. Mi partido es el trabajo, serio, honrado y limpio. Sin camisetas, sin colores, sin banderas. Bueno, una sola bandera. La de mi país que tanto amo. Me ha costado mucho, que mis hijos quieran aceptar esta comuna como su hogar, como el lugar donde hemos construido nuestra casa, su hogar, sus espacios. Me esfuerzo cada día por encontrar yo misma mejor el lugar que hemos elegido para vivir. No sólo para venir a dormir, sino para ir de compras, para ir a la feria, para ir al super, para festejar algo dentro de nuestro hogar, para que inviten a sus amigos y amigas sin que les de verguenza, decir Alto Hospicio. Como si fuera un lugar de gente mala. Por el estigma que tuvo por mucho tiempo y que estoy consciente que costará sacar de su nombre. Cada Domingo, cuando veo la Iglesia de Nuestra Señora de la Paz, llena. Pienso, aquí esta la gente, la gente que trabaja por ser mejor, por crecer, por amar a Dios, por darle un nuevo rostro a Alto Hospicio. Cuando veo que el Sacerdote, nos mira, veo en sus ojos, mucha esperanza, muchas ilusiones en los niños de la Comuna, en los jovenes, en los adultos. Nos mira y cree en nosotros. Me gustaría que el Alcalde que es una persona cercana a todos, también viviera aquí. Que sintiera que las mañanas acá son muy cálidas por nuestra cercanía al desierto y que las tardes se helan también por lo mismo. Que se puede sentir el silencio y el magnetismo que la soledad pampina nos regala. En fin, sé que es una opinión personal, lanzada al ciberespacio al igual que todas estas palabras que conforman mi escrito acerca del lugar donde yo vivo. Los invito a creer y confiar en que podremos crecer y sacar adelante esta Comuna. En que podremos, en que lo lograremos. Sé que el camino es largo, pero el camino cada vez esta mejor asfaltado para seguir este recorrido. No soy nortina de nacimiento, pero creanme, siento que estoy unida al desierto, al mar y al norte por muchos sentimientos que energizan mi existencia en esta querida tierra. Un abrazo. María Elena...o Mell como me llama la gente muy cercana a mí. |
Friday, December 16, 2005
Naciente Comuna Alto Hospico
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